Tal vez te pase de vez en cuando. Quizás sea todos los días… Es un hecho que todos atravesamos por cierta incomodidad que va del “no tengo nada que ponerme” al “nada me queda bien”. Pero esta situación no es una cuestión de tallas, sino de comodidad con el estilo al vestir, los colores y, por supuesto, la autoconfianza que nos asalta al descubrir que en realidad no conocemos aquello que nos favorece y aquello que no lo hace. ¡No te preocupes! Con estos tres pasos será más sencillo encontrarlo.
Paso #1: lleva un diario de tus looks
La mejor forma de definir a dónde irá tu estilo es saber cómo está en el momento. Por ello, te recomendamos documentar todos (absolutamente todos) tus looks por al menos 1 mes completo.
Puedes hacer los listados de las prendas y, después de cada día, anotar cómo te sentiste con ese outfit y el maquillaje o peinado. La mejor forma es hacerlo visual, es decir, tomándote una foto diaria. Igualmente te recomendamos hacer la bitácora de cómo te sentiste con ese outfit porque esas notas te ayudarán posteriormente.
Paso #2: analiza tu bitácora
Una vez transcurrido el mes, regálate unos días para leer tus notas, ver tus fotos y analizar tu información: ¿con cuáles looks te sentiste más cómoda? ¿Alguno te hizo sentir empoderada? ¿Te atreviste a experimentar o te vestiste muy parecido siempre? ¿Cuáles de esos look no repetirías?
Paso #3: identifica lo que sí y lo que no
De la información que analizaste, agrupa los looks que te hicieron sentir mejor y encuentra los factores comunes: pueden ser los colores similares, las texturas, una prenda en específico, el estilo de los zapatos… Enfócate en ellos para continuar creando tus looks y sentirte siempre bellísima.
Por el otro lado, tendrás tus ‘peores’ looks, es decir aquellos que no te gustaron tanto, que te hicieron sentir incómoda a pesar de haberlos planeado mucho o que, simplemente, no te hicieron sentir tú misma.
En estos looks también es importante encontrar patrones para tomar acciones con aquellas prendas (lo ideal es que salgan de tu clóset para hacer espacio a nuevas prendas que sí te favorezcan).
Ahora que ya tienes pistas sobre tu forma de vestir, ¡refina tu estilo! Descubre cuál de los 7 estilos universales te define o empieza a crear tus looks basados en los subestilos fashion que existen.